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Una estrategia de precios es, por definición, una cuestión de la que nadie que comercialice productos o servicios puede evitar ocuparse. Además, dado que contribuye a formar un posicionamiento de marca en la mente del cliente, es algo que es fundamental establecer desde el inicio de una empresa, sea cual sea el rubro en el cual se desempeñe.

En este post, nos vamos a dedicar a explorar qué es una estrategia de fijación de precios. Es decir, aquello que constituye —o debería constituir— la “tapa del libro” de cualquier emprendimiento comercial que desee prosperar y transmitir una imagen acorde a sus objetivos desde el primer momento. Por eso, si querés saber más, aquí te presentamos lo más importante que debés conocer acerca de lo que es estrategia de precios.

¿Qué Es una Estrategia de Precios?

Empecemos por el concepto base: qué es una estrategia. Una estrategia es un plan o conjunto de acciones diseñadas para alcanzar un objetivo o resultado deseado. En esa línea, la estrategia de precios o pricing es un concepto que agrupa todos aquellos procedimientos y métodos que una empresa utiliza para establecer el precio de los bienes que ofrece.

Idealmente, esos precios deben ser fruto de un cuidadoso análisis de una serie de factores que, a continuación, vamos a recorrer. Conocer esos factores es crucial para todo negocio, porque es un error frecuente tomar en consideración solo algunos de ellos a la hora de fijar precios, y subestimar la importancia de ponderarlos en su totalidad.

Por otra parte, una vez definido un nivel de precios, es muy difícil cambiarlo, dado que, como vimos al principio, el precio contribuirá a construir un posicionamiento en la percepción del consumidor. Y, una vez que esa posición haya sido creada, se requerirán muchos recursos —de tiempo, dinero y energía— para modificarla. En consecuencia, una decisión inteligente dentro de cualquier plan de marketing es tener muy clara la estrategia de precios antes de lanzar un producto o servicio al mercado.

¿Qué Debemos Considerar Para Determinar una Estrategia de Precios?

Si bien existen varios factores a evaluar para arribar a una estrategia de precios certera, todos ellos pueden clasificarse en tres grandes grupos, que podríamos denominar “las 3 C del marketing digital”. En primer lugar, los costos que el negocio debe afrontar para la producción de sus productos y/o servicios; en segundo lugar, el perfil de consumidores al que apunta; y —finalmente— las estrategias que lleva adelante su competencia.

Costos

Este ítem, como su nombre lo indica, incluye todos los costos —tanto fijos como variables— que son necesarios para poder ofrecer un producto o servicio. A veces, en especial en las etapas más tempranas de un emprendimiento, no se toman en cuenta ciertos costos; y eso puede conducir a fijar un precio que no otorgue un margen de ganancia suficiente para lograr que el negocio sea rentable. O, en el peor de los casos, que ni siquiera llegue a cubrir la suma total de los costos.

Por consiguiente, es vital hacer un análisis exhaustivo de todos y cada uno de los costos involucrados en la producción de un bien. Esa lista depende del tipo de emprendimiento del que se trate, pero por regla general incluye como mínimo la adquisición y amortización de todos los elementos necesarios para el funcionamiento del negocio, el salario de todas las personas que trabajen en él y los impuestos que se deban pagar.

Consumidor

En esta ecuación, el rol del consumidor es fundamental. Es indispensable que hayas definido con la mayor exactitud posible cuál es el público objetivo al que apuntás. ¿Por qué? Porque, de esa manera, vas a poder elaborar una propuesta de valor que sea relevante para ese grupo de clientes potenciales. Esto es decisivo porque, cuanto mayor sea el valor percibido por el consumidor, más estará dispuesto a pagar por lo que le ofrecés.

Por otra parte, es necesario que identifiques si tu buyer persona es sensible al precio del producto o servicio para tomar su decisión de compra, o si prioriza otros factores en su elección. Además, existen otros factores inherentes a la conducta del consumidor que también deberías considerar en las estrategias del precio. Por ejemplo, un precio puede variar en función del número de compras que realice, o de si se trata de un cliente recurrente.

Competencia

En este grupo entran aquellos competidores que están dentro de tu rubro de actividad y tienen características similares a las de tu negocio en cuanto a aquello que comercializan y a su volumen de operación. Como ocurre con muchos otros temas que hemos tocado en este blog, el análisis de tu competencia ocupa un papel esencial dentro de la creación de una estrategia de precios. Es fundamental identificar en qué se diferencia su propuesta de la tuya, en qué aspectos la tuya es (o puede llegar a ser) superadora, y —en base a ello— qué estrategia de precios te puede ayudar a conquistar la preferencia de los clientes por los que compiten.

Tipos de Estrategias de Precios

Existe una amplia variedad de estrategias de fijación de precios; algunas de ellas son mutuamente excluyentes, mientras que otras pueden combinarse entre sí. A continuación, te presentamos algunas de las principales estrategias de precios de una empresa.

Precio Basado en la Competencia

De los tres factores que vimos anteriormente, este tipo de estrategia de precios prioriza el análisis de precios de los competidores. El negocio que la utiliza apuesta, por lo general, a igualar o reducir esos precios, para aumentar su cuota de mercado. De acuerdo con el país en que se implemente, esta acción puede estar sometida a restricciones legales. Además, puede conducir a una “guerra de precios” que, si se mantiene en el tiempo, puede afectar seriamente la rentabilidad de las empresas intervinientes en ella.  

También puede ocurrir que se opte por fijar un precio más elevado que el de la competencia, para transmitir el mensaje de que el producto o servicio ofrecido es superior al de aquella. En este caso, se debe haber trabajado muy bien la propuesta de valor, para comunicar con claridad los beneficios que aporta por sobre otras alternativas.

Precio Basado En los Costos

Dentro de los tipos de estrategia de precios que estamos recorriendo aquí, la fijación de precio basada en costos es una opción muy utilizada, ya que —en principio— resulta sencilla de implementar. Consiste en sumar todos los costos (directos e indirectos) del negocio, y agregar al resultado obtenido un porcentaje de ese monto, en función de la ganancia que se desee obtener. Esta estrategia se suele utilizar en productos donde los costos suelen permanecer estables y es fácil calcularlos.

El riesgo que encierra es el de “sobresimplificar” los factores intervinientes, no tomando en consideración costos que no se detectan como tales, como el coste de adquisición de cliente; o pasando por alto el valor real que el producto o servicio aporta, más allá de su costo de producción.

Precio Basado En el Valor

Aquí, el factor preponderante es el valor percibido por el cliente con relación al producto o servicio ofrecido, sean cuales sean los costos que debe afrontar el negocio. Cuando se apuesta por esta opción, el acento se pone en desarrollar una estrategia de marketing que trabaje con fuerza la propuesta de valor de la marca y no deje librado al azar ningún detalle de su branding.

Una modalidad de esta estrategia es la conocida como «precio premium», donde una marca fija precios altos apuntando a posicionarse como una opción de lujo. Se hace énfasis no solo en la calidad del producto o servicio, sino en el estatus que les confiere a sus consumidores su adquisición.

Precio Psicológico

Aunque parezca una estrategia muy trillada y que todos conocemos, un simple ejercicio de observación nos permite darnos cuenta de que se sigue utilizando. Sin ir más lejos, muchas grandes marcas y cadenas comerciales hacen uso de esta modalidad, que se basa en que el monto “0,99” es mucho más atractivo para el consumidor que el 1; el 9,99 que el 10, y así sucesivamente. Esa (en apariencia mínima) diferencia de un centavo produce un efecto que, aunque seamos conscientes de él, ha demostrado que funciona. Entre otras cosas, porque esta clase de tipos de precios nos hace sentir que estamos ahorrando.

Una variante de esta estrategia es la de presentar ofertas colocando juntos el viejo precio y el nuevo, resaltando la diferencia entre ambos. Por su parte, algunos negocios presentan precios relativamente elevados sin redondear: eso transmite la idea de que cada componente de ese número tiene una razón de ser y que el precio se basa en el valor real del producto, sin alteraciones por parte de quien lo ofrece.

Precios Ancla

Podemos considerar a esta modalidad de pricing como una subcategoría de los precios psicológicos, ya que también juega con los sesgos cognitivos de los consumidores. Se trata de una modalidad que se utiliza mucho más de lo que podríamos suponer. El ejemplo clásico es el de los modelos de suscripción, donde se acostumbra a ofrecer a un precio muy elevado una opción que, en comparación, hace parecer mucho más barata aquella que realmente se desea vender.

Otro caso de utilización de esta estrategia de fijación de precios la encontramos en la carta de algunos restaurantes; por ejemplo, en la sección destinada a los vinos. Los vinos más caros se colocan al principio de la lista, de manera que el resto de las opciones parezcan relativamente baratas, incentivando así su consumo.

Descremado de Precios

En la estrategia de descremado, se fija un precio alto al principio, que luego va bajando a medida que el producto atraviesa las sucesivas etapas de su ciclo de vida y pierde su carácter de novedoso y/o su relevancia. Es el caso, por ejemplo, de la mayoría de los productos tecnológicos, que en su lanzamiento son adquiridos por consumidores con baja sensibilidad al precio y alto interés por tener en sus manos las últimas novedades del mercado.

Precios de Penetración

A diferencia de lo que ocurre con los precios descremados o desnatados, aquí se empieza con un precio de salida bajo —incluso, a veces, por debajo del costo— para facilitar que los consumidores compren un producto o servicio que se lanza al mercado, y así ganar participación en él. Una vez que se penetró en el mercado, el precio comienza a subirse gradualmente.

Si bien esta estrategia puede ser útil para darse a conocer, conlleva ciertos riesgos. En primer lugar, aquí aplica la frase de que “la primera impresión es la que cuenta”, y fijar un precio económico puede a su vez fijar un posicionamiento en la mente del cliente, que quizás no es el deseado a mediano y largo plazo. Por otro lado, una vez que el cliente se acostumbra a pagar un determinado precio, es difícil que acepte pagar más. Por eso, se debe hacer un gran trabajo para comunicarle los motivos de ese cambio. Y, además, hacerlo de una manera lo suficientemente persuasiva y convincente como para que siga eligiendo a la marca frente a otras que también podrían cubrir su necesidad.

Precios Freemium

Esta estrategia de fijación de precios se basa en ofrecer una versión gratuita de un producto o servicio con el fin de que, una vez que el consumidor se acostumbre a su uso, desee mejorar su experiencia de usuario pagando por una versión más sofisticada que ofrezca más funcionalidades.

En el caso de estas estrategias de precios ejemplos podrían ser:

  • Prueba gratuita por tiempo limitado: aquí, se permite a los clientes utilizar el producto o servicio de forma gratuita durante un período de tiempo determinado. Esto les brinda la oportunidad de experimentar y evaluar su utilidad antes de decidir si desean pagar por la versión completa.
  • Modelo «freemium» con opciones de actualización: consiste en ofrecer una versión básica del producto de forma gratuita, y luego proporcionar opciones de actualización o suscripción para acceder a características adicionales o premium. Esto permite a los clientes utilizar el producto de forma gratuita y decidir si desean invertir en las características adicionales según sus necesidades.
  • Contenido gratuito con opciones de compra: esta estrategia se utiliza mucho en industrias como la de la música, los videojuegos o los medios digitales. Se brinda contenido gratuito, como canciones, niveles de juego o artículos, y luego se ofrecen opciones de compra para obtener más contenido o desbloquear funcionalidades adicionales.
  • Servicios gratuitos con publicidad: algunos servicios en línea ofrecen su plataforma de forma gratuita a los usuarios, pero muestran anuncios publicitarios para generar ingresos, ofreciendo la opción de una suscripción paga para suprimir esos avisos.

Precios Dinámicos

En esta modalidad, los precios son elásticos y se adaptan en función de determinadas variables inherentes a la oferta y la demanda, o a acciones ejecutadas por la competencia. Podemos encontrar numerosos casos donde se utiliza esta estrategia, muchos de ellos en plataformas digitales, ya que los datos recabados en ellas abren grandes posibilidades para implementarla. De este tipo de estrategia de precios ejemplos podrían ser:

  • Tiendas de ecommerce donde un producto posee una alta demanda, y por lo tanto se decide subir su precio. También ocurre lo contrario: se ofrecen rebajas para productos con baja demanda.
  • Aplicaciones que poseen una alta demanda de servicios en determinados horarios, como es el caso de los servicios de movilidad urbana.
  • Negocios que ofrecen productos estacionales.
  • Aerolíneas que venden un mismo pasaje a precios que pueden llegar a ser muy dispares entre sí, de acuerdo con la demanda.
  • Servicios que se comercializan de manera internacional y poseen una tarifa diferente para cada país.
  • Tarifas diferenciales o promociones especiales para clientes frecuentes o para aquellos a quienes se desea impulsar a realizar una compra.

Precio por Horas

Por lo general, este tipo de estrategia de precios es utilizada por profesionales autónomos o empresas que brindan servicios a otras empresas. Como su nombre lo indica, se calcula el tiempo que demandará llevar a cabo un determinado proyecto, y se fija un costo por hora.

Precio por Proyectos

También es una estrategia utilizada por trabajadores independientes y agencias o empresas que brindan servicios. Pero, en este caso, se establece una tarifa que engloba todas las tareas que se requerirán para concretar un proyecto. El riesgo de esta estrategia es que el proyecto termine abarcando más tiempo del previsto originalmente, lo cual puede causar perjuicios económicos al proveedor del servicio. Por consiguiente, es recomendable prever esta eventualidad a la hora de definir el precio por proyecto, y definir con precisión los alcances de la prestación.

Precio por Packs

En esta estrategia de precios, se ofrece un grupo de productos similares o complementarios a un precio menor que el que representaría comprarlos por separado. Bien utilizada, es un claro ejemplo de una estrategia ganar-ganar, ya que el comprador siente que realiza un ahorro y el vendedor puede dar a conocer productos que por sí solos no generan un gran volumen de ventas, o deshacerse de inventario cuya vida útil está próxima a su fin.

Descuentos

Si bien no son propiamente una estrategia de ventas, sí es una táctica que utilizada en los momentos justos puede ser muy útil. Por ejemplo, para liquidar stock o dar impulso a las ventas.

El riesgo aquí es caer en el abuso de esta herramienta, lo que puede generar que los clientes se habitúen a ella y esperen los descuentos para comprar. Por otra parte, una implementación constante de descuentos puede afectar negativamente la imagen de la marca.

También podemos encontrar otras variantes de cómo aplicar esta práctica que, además, les pueden dar impulso a tus redes sociales y aumentar el engagement de tus clientes hacia tu marca. De este tipo de estrategias de precio ejemplos podrían ser:

  • Otorgar una bonificación el precio de productos y/o servicios a aquellos seguidores de tus redes sociales que compartan una publicación específica, y etiqueten a otros usuarios en ella.
  • Si tu negocio apunta a un posicionamiento de marca vinculado con la sustentabilidad, podés ofrecer descuentos a clientes que reutilicen tus empaques de manera creativa. Nuevamente, para acceder al descuento los consumidores podrían recurrir a las redes sociales y postear una foto o video con la «nueva vida» que le dan a ese tipo de artículos.
  • Compartir un código de descuento a través de las publicaciones de un influencer afín a tu marca, de manera que solo puedan acceder a él sus seguidores. Este tipo de acción es muy habitual dentro del influencer marketing.

Cuáles son los Beneficios de una Estrategia de Precios

Cada uno de los tipos de estrategias de precios que acabamos de recorrer aporta diferentes ventajas. No obstante, en líneas generales, podemos decir que todas ellas comparten una serie de beneficios:

  • Te obligan a hacer una radiografía del estado de tu empresa, ya que —elijas la estrategia que elijas— es imprescindible tomar en cuenta muchos ítems que hacen al funcionamiento de un negocio. Y eso, directa o indirectamente, puede impactar de manera positiva en todas sus áreas, ya que te permite identificar puntos débiles y fuertes, y trabajar sobre ellos.
  • En línea con lo anterior, el diseño de una estrategia de pricing te pone frente a la necesidad de tener muy definida tu propuesta de valor, y eso te va a ayudar a detectar potenciales áreas de mejora que la pueden enriquecer.
  • Si tu estrategia contempla las características del público objetivo al que te dirigís, es mucho más probable que ese grupo se sienta escuchado y pueda construir un vínculo emocional con tu marca.
  • Minimiza riesgos y maximiza las posibilidades de obtener ganancias.

Asimismo, la importancia de la estrategia de precios radica en que es una herramienta muy poderosa para construir o reforzar el posicionamiento de marca deseado en la mente de tus clientes.

Recomendaciones Finales

Llegados a este punto, ya sabés lo que es una estrategia de precios. Ahora, es probable que te estés preguntando cuáles, entre todas las que te presentamos, pueden ser las mejores estrategias de precios para tu negocio. Y, como no queremos dejarte con la duda, te damos la respuesta: la mejor estrategia de precios es aquella que está diseñada a la medida de tu caso particular. Como repetimos siempre en este espacio, en el mundo del marketing no existen las soluciones universales.

Dicho eso, nuestro objetivo al presentar este post es haberte dejado claro que, en todos los casos, hay numerosos factores a considerar. Una vez hecho un análisis en profundidad de todos ellos, dependerá de tus objetivos comerciales y de las características de tus productos y/o servicios determinar a qué cuestiones les darás prioridad en el momento de elaborar tu estrategia de fijación de precios, para arribar así a precios adecuados a tu situación.

En principio, nuestra recomendación —aunque ya cuentes con una estrategia de precios— es que no dejes de trabajar sobre un factor importante en todos los casos: tu propuesta de valor. Para eso, es importante que monitorees periódicamente (sin obsesionarte, claro) qué es lo que está haciendo tu competencia. De esa manera, podrás identificar oportunidades de mejora en tu empresa y buscar maneras de diferenciarte ofreciendo más valor a tus consumidores.

Por supuesto, también es imprescindible que escuches continuamente a tus clientes. Conocerlos te permitirá crear soluciones específicamente orientadas a aliviar sus puntos de dolor o pain points, y eso conducirá a que ellos estén dispuestos a pagar un mayor precio por aquello que les ofrecés. ¿Te quedó alguna duda sobre cómo crear una estrategia de precios? Sabemos que es un tema muy amplio y es imposible cubrirlo en un único post. Por eso, aquí estamos para responder tus dudas y comentarios sobre él. 🙂

Preguntas Frecuentes sobre Estrategia de Precios

¿Qué es estrategia de precio en marketing?

La estrategia de precio en mercadotecnia es el proceso de determinar el precio de los productos o servicios de una empresa con el objetivo de lograr metas comerciales específicas. Implica considerar factores como costos, demanda, competencia y valor percibido por los clientes. Es importante que la estrategia esté alineada con la propuesta de valor y sea flexible para ajustarse a cambios en el mercado.

Hilando aún más fino, veamos lo que es el precio en marketing. El precio en marketing se refiere al valor monetario que se asigna a un producto o servicio en el mercado. El precio desempeña un papel fundamental en toda estrategia de mercadeo, ya que afecta directamente la percepción de valor por parte de los consumidores y puede influir en su decisión de compra. Además, el precio también tiene implicaciones en la rentabilidad de la empresa y en su posición competitiva.

¿Qué es una estrategia de marketing y qué papel cumple una estrategia de precios dentro de ella?

Para definir lo que es una estrategia de marketing, podemos decir que es un plan integral y coherente diseñado para alcanzar los objetivos de una empresa en el mercado donde interviene. Dentro de lo que son estrategias de negocios, la estrategia de marketing incluye decisiones y acciones relacionadas con la segmentación de mercado, posicionamiento, promoción, distribución; y, por supuesto, el precio.

La importancia de las estrategias de precios dentro de la estrategia de marketing es enorme. Las estrategias de precios en marketing determinan cómo la empresa establece y administra los precios de sus productos o servicios en el mercado. El precio es un componente clave en el mix de marketing y tiene un impacto directo en la demanda, la rentabilidad y la imagen de la marca.

¿Cuáles serían ejemplos de buenas estrategias de precio de introducción al mercado?

Es importante tener en cuenta que la elección de la estrategia de precio de introducción al mercado dependerá de diversos factores, como el posicionamiento deseado, el costo de producción, la demanda del mercado y la competencia existente. Cada empresa debe evaluar cuidadosamente su situación y objetivos para determinar qué estrategia de precio es más adecuada en su caso.

Teniendo eso en cuenta, algunos ejemplos de métodos de fijación de precios para este caso serían:
1) Precio de penetración: esta estrategia implica fijar un precio inicialmente bajo para captar rápidamente la atención de los consumidores y ganar una participación significativa en el mercado.
2) Precio de desnatado: establecer un precio inicialmente alto para aprovechar la disposición a pagar de los consumidores más exigentes e inclinados a pagar un precio más elevado por un producto nuevo o innovador.
3) Precios promocionales: en el lanzamiento de un nuevo producto, es común utilizar estrategias promocionales temporales. Estas estrategias buscan generar interés, impulsar las ventas iniciales y crear una base de clientes leales.

¿Cuál podría ser un ejemplo de una estrategia de precios en relación con la competencia?

Un ejemplo de fijación de precios en función de la competencia es la estrategia de precios basada en el posicionamiento competitivo. Esta estrategia consiste en fijar los precios de los productos o servicios de acuerdo con la percepción de valor que se desea transmitir en comparación con los competidores.
 
Además, en entornos altamente competitivos, es común utilizar estrategias de precios dinámicos o reactivos, en las cuales se ajustan los precios en función de los movimientos de los competidores. Por ejemplo, si un competidor reduce sus precios, la empresa puede responder con una reducción similar o una promoción adicional para mantener su competitividad. Recordemos, no obstante, que este tipo de práctica conlleva el riesgo de caer en una competencia de precios donde nadie sale ganando.

¿Existe alguna diferencia entre las estrategias de pricing para puntos de venta físicos y una estrategia de precios en línea?

Sí, las hay; algunas de estas diferencias son:
1) Costos: en un punto físico, los costos pueden incluir el alquiler o la compra de un local, los gastos de mantenimiento y el personal. En cambio, en una estrategia de precios en línea, los costos pueden estar relacionados con el desarrollo y mantenimiento del sitio web, el almacenamiento y envío de productos, y los servicios de atención al cliente.
2) Competencia: en el ámbito físico, la competencia suele estar limitada a las empresas locales o establecimientos cercanos. En línea, la competencia puede ser global y ampliamente accesible para los clientes. Esto puede implicar una mayor presión competitiva y la necesidad de ajustar los precios de manera más dinámica.
3) Valor percibido: la percepción del valor puede ser diferente en un entorno físico y en línea. En el primer caso, los clientes pueden valorar aspectos como la ubicación, el servicio personalizado o la experiencia de compra física. En el caso de las compras digitales, los usuarios pueden valorar la conveniencia, la disponibilidad de información detallada y las facilidades de comparación de precios.
4) Segmentación de clientes: la segmentación puede ser más amplia y precisa en lo que es una estrategia de precios en línea, ya que es posible recopilar datos demográficos, comportamientos de compra y preferencias de los usuarios. Esto permite una personalización más efectiva de la estrategia de precios, adaptándose a diferentes segmentos de clientes de manera más precisa.

¿Cómo determinar el precio de un servicio?

Sabemos que pocas tareas son tan desafiantes como determinar el precio de un servicio en lo que es la estrategia de precios. Por lo tanto, te presentamos una serie de factores que deberías tener en cuenta al establecer el precio de venta de un servicio:
1) Investigación de mercado: analizá los precios en tu industria y estudiá a tus competidores para establecer rangos de precios.
2) Costos y gastos: evalúa los costos directos e indirectos asociados con la prestación del servicio.
3) Propuesta de valor: considerá la propuesta de valor única de tu servicio y cómo se compara con otras en el mercado.
4) Segmentación de clientes: identificá los diferentes segmentos de clientes y determiná su disposición a pagar y el valor que tu servicio aporta a cada segmento.
5) Estrategia de posicionamiento: definí la estrategia de posicionamiento que deseás adoptar y ajustá el precio en consecuencia.
6) Prueba y ajuste: recopilá el feedback de tus clientes y realizá ajustes según sea necesario.

¿Cuál es la diferencia entre estrategia de producto y estrategia de precios?

En pocas palabras, la estrategia de producto se centra en el desarrollo y posicionamiento de los productos o servicios, mientras que la estrategia de precios se enfoca en la determinación del valor monetario y rentabilidad de esos productos o servicios. Ambas estrategias son elementos clave dentro del marketing y están interrelacionadas, pero tienen objetivos y enfoques distintos en la creación de una oferta de valor para los clientes.

¿Cuáles podrían ser ejemplos del tipo de fijación de precio basado en el costo?

Del tipo de fijación de precios basado en el costo ejemplos podrían ser:
1) Costo más margen: esta es una forma común de fijación de precios basada en el costo. Se calcula el costo total de producción de un producto o servicio y se le añade un margen de beneficio deseado. El precio final se establece sumando estos dos elementos.
2) Costo más porcentaje: en este caso, se calcula el costo total de producción y se le añade un porcentaje del costo para determinar el precio de venta. Por ejemplo, si el costo de producción es de 100 pesos y se agrega un margen del 20%, el precio de venta sería de 120 pesos.
3) Precio de costo: en algunas estrategias de precio de una empresa se opta por establecer un precio de venta de un producto igual a su costo de producción. Esta estrategia puede ser utilizada en situaciones en las que la empresa busca cubrir los costos y obtener beneficios a través de otros medios, como la venta de accesorios o servicios complementarios.

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