El benchmarking es una situación que forma parte de nuestra cotidianeidad, al menos a nivel inconsciente. Cuando queremos alcanzar un resultado en cualquier aspecto de nuestras vidas, solemos trata de emular —con mayor o menor éxito— a aquellos que ya han conseguido lo que deseamos obtener.
En el mundo de los negocios, eso se traduce como “benchmarking”. Si bien, a nivel personal, se encuentra muy extendida la idea de que no es bueno compararse con otros, podemos decir que a nivel comercial el benchmarking reformula esa cuestión y logra demostrarnos que la comparación no solo puede ser provechosa, sino también imprescindible. ¿Por qué? ¡En este post te contamos la respuesta!
Contenido
Qué Es el Benchmarking
Empecemos por el principio: ¿qué es benchmarking? El significado de benchmark en inglés es “punto de referencia”; y el de benchmarking, “evaluación comparativa”. En el ámbito de la gestión empresarial se ha enriquecido esa última definición y, así, podemos decir que el benchmarking es un proceso continuo de análisis estratégico de tu competencia. Ese procedimiento tiene como objetivo principal detectar sus mejores prácticas para evaluar de qué manera podés implementarlas en tu negocio.
E, hilando más fino, un objetivo asociado a aquel es descubrir en qué están fallando o podrían llegar a mejorar tus competidores directos, para anticiparte y poder convertir sus debilidades en tus fortalezas. Por eso, podemos decir que el benchmarking bien entendido implica no solo hallar en qué son buenos tus rivales comerciales, sino también encontrar sus errores.
Dentro del mundo online, sin duda, el benchmarking es parte indisociable de una buena estrategia de marketing digital. La explicación básica de esto es que este tipo de marketing se rige por la medición. Y, para medir, necesitamos parámetros con respecto a los cuales establecer una comparación y determinar en qué estado nos encontramos, y si existe un desvío que debemos corregir.
¿Para Qué Sirve el Benchmarking?
Ahora que dejamos claro qué significa benchmarking, es tiempo de pasar a detallar cuál es su razón de ser. El principal objetivo del benchmarking es ayudarte a que, día a día, aquello que ofrecés a tus clientes sea cada vez mejor y más acorde a sus necesidades. De esa manera, se construye un círculo virtuoso donde todos ganan: ellos y, en consecuencia, también tu negocio. Por lo tanto, es un engranaje fundamental del proceso de mejora continua.
En una época donde cada vez todo es más acelerado y seguir el ritmo dentro de una determinada industria no solo es crítico para el crecimiento sino también para la supervivencia de una empresa, el benchmarking nos evita “reinventar la rueda”. Es decir, nos da la posibilidad de apoyarnos en los descubrimientos ajenos que han probado su eficacia y su eficiencia, implementarlos en nuestra propia actividad, y encontrar la manera de optimizarlos aún más.
Beneficios del Benchmarking
No cabe ninguna duda de que el benchmarking es una práctica que toda empresa líder que podamos tomar como caso de análisis implementa en su día a día, y esto obedece a que ofrece numerosas ventajas.
Entre sus principales beneficios, podemos afirmar que el benchmarking permite:
- Identificar tanto las debilidades de tu empresa y las amenazas a las que está expuesta como, en el lado positivo, las fortalezas de las que disponés y las oportunidades latentes que podés aprovechar.
- Estar al tanto de prácticas y tendencias dentro de tu industria acerca de las cuales quizá no tenías conocimiento.
- Ser muy consciente de cuál es tu situación en el mercado en el que te movés, lo que sin excepción es el primer paso hacia el crecimiento.
- Aumentar la competitividad de tu empresa.
- Ahorrar mucho dinero, si ejecutás a conciencia todos los pasos involucrados en esta práctica. Por ejemplo, supongamos que lo que buscás es aumentar la productividad de tus empleados. En caso de que no realices un proceso de benchmarking, tal vez lo primero que se te ocurra es desarrollar un proceso de capacitación que puede insumir un largo tiempo y una cuantiosa inversión. Pero, si realizás una evaluación comparativa tomando como punto de referencia a empresas que se destacan por su productividad, quizá descubras que el secreto radica en una reorganización del espacio de trabajo, práctica que podés adoptar con una inversión mucho menor de recursos.
Tipos de Benchmarking
Ya hemos recorrido qué es benchmarking y para qué sirve; ahora, avanzaremos hacia su clasificación. Básicamente, de benchmarking tipos de los que podemos hablar y que se pueden poner en práctica son los siguientes:
Benchmarking Competitivo o Externo
Dentro de lo que es benchmarking este es, probablemente, el estudio más conocido y desarrollado. En el benchmarking de competencia o benchmarking externo, el foco está puesto en realizar un análisis comparativo que toma como referencia a empresas del mismo sector de la industria y que apunten al mismo público objetivo, ya sea total o parcialmente.
De benchmarking competitivo ejemplo puede ser un estudio de benchmarking digital centrado en las estrategias de marketing en redes sociales que utilizan tus competidores directos. Por supuesto, este tipo de análisis se debe abordar desde un punto de vista ético: en lo que es benchmarking competitivo no es cuestión de “robar” información, sino de recabar todos los datos que sean de tu interés y estén disponibles públicamente.
Otro ejemplo de benchmarking competitivo puede ser el de una empresa de tecnología que analiza y compara sus tiempos de respuesta al cliente, innovaciones de producto y estrategias de precios con los de su principal competidor, para cumplir con sus objetivos de benchmarking de identificar áreas de mejora y adaptar prácticas exitosas para aumentar su competitividad en el mercado.
Benchmarking Interno
Este análisis de benchmarking consiste, como su nombre lo indica, en el análisis al interior de una misma empresa, para replicar las acciones de áreas que cumplen o superan sus objetivos en otras que no logran alcanzarlos. Y, aunque no es tan frecuente como el primero, puede resultar tan importante como aquel.
Si tu emprendimiento es pequeño, posiblemente ya lo estés llevando a cabo de manera intuitiva. Por ejemplo, si contás con dos personas que se ocupan de la atención al cliente y una de ellas los conquista y fideliza mientras que los resultados de la otra son opuestos, es posible que hayas ubicado como modelo a imitar al empleado que alcanza los resultados establecidos.
De benchmarking interno ejemplos pueden ser comparar el rendimiento de diferentes departamentos dentro de la misma empresa para identificar las mejores prácticas en procesos como atención al cliente, eficiencia en la producción o estrategias de ventas, y luego implementar estas prácticas exitosas en áreas que requieran mejora.
Benchmarking Funcional
En este tipo o modelo de benchmarking, la intención está puesta en ir un paso más allá que en los casos anteriores. Esto se logra ubicando como objeto de análisis a empresas que sean referentes dentro de su industria, aunque no sean tu competencia directa o indirecta. Por más que los productos o servicios que ofrezcan nada tengan que ver con los tuyos, la atención se dirige a averiguar qué hace que logren altos estándares de calidad en áreas en las que te interesa que tu negocio mejore.
Por ejemplo, si te dedicás a vender por internet y deseás hacer más eficiente el envío a domicilio, podrías analizar empresas de logística que demuestren haber alcanzado un elevado nivel de satisfacción por parte de sus clientes. O, si tenés un emprendimiento de venta de ropa y tu público objetivo es usuario habitual de ciertas redes sociales, podés observar cómo interactúa con él otro tipo de negocios con los que compartas esa audiencia: maquilladores, estilistas, influencers de lifestyle, etc.
Asimismo, de benchmarking funcional ejemplos pueden ser analizar y adoptar las estrategias de gestión de inventario de una empresa líder en logística, o comparar los procesos de atención al cliente de una compañía de servicios reconocida, para implementar mejoras funcionales específicas en áreas no directamente relacionadas con el sector de actividad de la propia empresa.
Benchmarking Genérico
Este tipo de benchmarking se enfoca en analizar procesos operativos genéricos tomando como punto de referencia a cualquier empresa que sobresalga en su ejecución, aun cuando esa organización utilice esos procedimientos con fines completamente diferentes a los que persigue quien realiza el análisis.
¿Qué tipos de benchmarking existen? – https://t.co/cFY37ezJec pic.twitter.com/zqAgMk61GW
— Merca2.0 (@Merca20) August 31, 2017
¿Cómo Hacer Benchmarking?
A manera de síntesis, podemos afirmar que hacer benchmarking en tu empresa no se reduce a un proceso de espionaje de tu competencia. Espiar por mera curiosidad es una pérdida de tiempo sin sentido. Y, como hemos dejado bien claro en muchos de nuestros posts anteriores, el tiempo es quizás el activo más valioso con el que cuenta un negocio.
Por el contrario, uno de los más destacados principios del benchmarking es que debe tener un norte definido y seguir, sin saltearse ninguno de ellos, una serie de pasos. Seguidamente, te detallamos cuáles son:
- Realizar un análisis de tu negocio. Este es uno de los más importantes pasos del benchmarking. En pocas palabras, el buen benchmarking empieza por casa. De nada te va a servir hacer benchmarking si no tenés claridad acerca de cómo se desenvuelve la operatoria de tu negocio, y cuáles son —al detalle— las características de tus productos, servicios y procesos. Y, fundamentalmente, qué problemas pretendés resolver mediante el benchmarking
En esta etapa, las redes sociales de tu negocio juegan un rol crucial, porque es muy posible que cualquier aspecto a mejorar se pueda detectar allí. Esto se puede manifestar, por ejemplo, en la tasa de comentarios negativos relacionados con quejas por mala atención en el punto de venta, o con la insatisfacción hacia la calidad del producto o servicio.
- Determinar qué tipo de benchmarking vas a realizar. Esta elección debe hacerse en función de los objetivos que quieras alcanzar. No hay ningún impedimento para que realices todos los que mencionamos; pero, en especial si es la primera vez que llevás a cabo este proceso, es conveniente que —para no abrumarte— te centres en uno.
- Seleccionar empresas y aspectos a evaluar. Uno de los principales aspectos del benchmarking es que elijas competidores que estén dentro de una escala similar a la de tu negocio, y que determines con claridad qué áreas específicas te interesa estudiar. Por ejemplo, un estudio corriente al hacer benchmarking de la competencia es el benchmarking online, o análisis de la calidad de la presencia digital de un negocio.
- Analizar los datos recolectados. Podríamos decir que este es el corazón del benchmarking estratégico, porque es el que te va a permitir definir el curso de acción a seguir. Un cuidadoso estudio de esa recopilación de datos es el que te va a revelar las claves de por qué la competencia supera a tu negocio en las prácticas que hayas seleccionado como objeto de análisis.
- Implementación de mejoras. Si el paso anterior era el corazón, esta es la razón de ser de toda evaluación comparativa. Esta etapa, a su vez, también requerirá la elaboración de un paso a paso, como ocurrió en el inicio del proceso. Los planes de acción resultan fundamentales, porque intentar incorporar todas las acciones de mejora de golpe puede ser contraproducente.
Tips Finales
Antes de concluir este resumen de benchmarking, es fundamental que tengas bien claro un concepto central: el benchmarking que es exitoso no consiste en “copiar y pegar”, sino en adaptar. La esencia de la evaluación comparativa —al menos cuando se realiza hacia afuera de la organización— es analizar qué hacen los demás para diferenciarte (de una manera superadora, claro). Si partimos de la lógica de que ninguna creación humana es perfecta y de que todo es mejorable, por más que analicemos benchmarks que sean muy buenos en lo que hacen, siempre habrá algún pequeño detalle que podremos optimizar.
Lamentablemente, es habitual observar que muchos negocios comienzan a incursionar en lo que es el benchmarking cuando advierten que algo no va bien. Lo ideal es comenzar a hacerlo cuanto antes, para evitar caer en ese tipo de situaciones. No obstante, claro está, siempre es mejor tarde que nunca y, si notás que tus resultados comerciales empeoran con el paso del tiempo, realizar una evaluación comparativa como la que detallamos en este post puede ser de gran ayuda.
Por ejemplo, si recibís quejas por parte de tus clientes, lo más recomendable es que tus estrategias de benchmarking empiecen por ahí, tomando como punto de referencia a competidores que gestionen de un modo mucho más eficaz ese aspecto. Una vez que hayas resuelto ese tipo de situaciones, podrás dedicarte con mayor tranquilidad a potenciar otros aspectos de tu empresa.
Y, aunque ese no sea tu caso y todo vaya muy bien en tu negocio, implementar el benchmarking puede ser una decisión muy acertada. Por lo general, siempre habrá algún competidor que te supere en algún aspecto, por mínimo que sea. Y es útil que puedas aprender de ellos mediante la secuencia antes descrita de observación, análisis e implementación de buenas prácticas.
Por último, es importante que pongas en juego tu capacidad de discernimiento. No siempre todo aquello que encuentres positivo en otros negocios será aplicable al tuyo, y a medida que vayas incursionando en este camino te será más fácil evaluar qué es aconsejable adoptar y cómo adaptarlo a tu identidad de marca.
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Preguntas Frecuentes sobre el Benchmarking
El benchmarking implica la investigación y análisis de líderes en un campo específico. Se recopilan datos detallados, se comparan con los propios resultados y se generan ideas creativas para mejorar. Luego, se implementan cambios estratégicos y se mide el progreso de manera continua. Es una herramienta esencial para la mejora empresarial y la adaptación a las mejores prácticas del mercado.
En resumen, el benchmarking consiste en investigar, comparar, innovar y mejorar de manera constante para alcanzar la excelencia empresarial. Es un proceso cíclico que ayuda a las empresas a mantenerse competitivas y a evolucionar con éxito en su industria.
Como hacer un benchmarking es un proceso donde formularse las preguntas correctas es importante, este es un punto crítico que merece mucha atención. Primero, es importante preguntarse cuáles son los objetivos del benchmarking. Uno de los más destacados principios de benchmarking es definir claramente lo que deseás lograr y enfocar tus preguntas en torno a ese objetivo. Por ejemplo, si buscás mejorar la eficiencia operativa, una posible pregunta sería: «¿Qué prácticas de gestión de procesos llevaron al éxito a otras empresas en nuestra industria?».
En lo que es un benchmarking bien hecho, también son clave las preguntas sobre las métricas y los indicadores relevantes. ¿Qué datos necesitás recopilar para comparar tu desempeño con el de otros? Esto puede incluir preguntas sobre ingresos, costos, tiempos de entrega o satisfacción del cliente, entre otros aspectos.
De benchmarking ejemplos concretos podrían ser los siguientes:
Benchmarking de productividad en manufactura: en este ejemplo de benchmarking, una empresa de fabricación podría estudiar a otras empresas líderes en su industria para comparar sus tasas de producción, eficiencia en el uso de recursos y calidad del producto. Este benchmarking comparativo les permitiría identificar áreas de mejora en sus procesos de producción.
Benchmarking de desarrollo de productos: de este benchmarking ejemplo puede ser una empresa de tecnología que compara cómo otras empresas líderes desarrollan y lanzan nuevos productos al mercado. En este caso, los aspectos a investigar pueden incluir la velocidad de desarrollo, la inversión en I+D y la innovación en el diseño.
Dentro de aquello en que consiste el benchmarking, la resolución de problemas es sin dudas uno de sus aspectos fundamentales. En primer lugar, ayuda a identificar ineficiencias y áreas de mejora en las operaciones internas de una empresa. Al comparar su desempeño con el de otras organizaciones, se pueden identificar procesos obsoletos o ineficientes, lo que conduce a una mayor eficiencia y reducción de costos.
Además, otra de las ventajas del benchmarking es que aborda el problema de la falta de perspectiva externa: a veces, una empresa puede estar atrapada en su propio mundo y perder de vista las mejores prácticas de la industria. El benchmarking aporta una visión fresca que permite aprender de otros y adaptar estrategias exitosas al propio contexto. También ayuda a resolver el desafío de mantenerse competitivo, ya que brinda la posibilidad de mantenerse al tanto de las tendencias y avances en la industria.
Del benchmarking características principales pueden ser la identificación de las mejores prácticas, la adaptación de estrategias exitosas y la mejora continua del desempeño empresarial. Otras características de benchmarking podrían ser el análisis de datos internos y externos para evaluar el desempeño de una organización y su aplicación tanto a nivel organizacional como a nivel de procesos individuales. Podemos decir que estas características confluyen en una central dentro del proceso de benchmarking, que es la de impulsar la innovación y el crecimiento constante dentro de una organización.
Dentro de lo que significa benchmarking personal, el objetivo principal es el de la automejora. Al aplicar los principios del concepto de benchmarking a nivel individual, una persona puede identificar sus propias fortalezas y debilidades, aprender de otros que han alcanzado el éxito en áreas específicas y establecer metas para su crecimiento personal y profesional. Esta reflexión constante y la adaptación de buenas prácticas contribuye a un desarrollo continuo y una mayor efectividad en la vida cotidiana.
Con respecto a lo que es un benchmark, este se refiere a un punto de referencia o estándar específico utilizado para comparar el desempeño o los resultados de una organización. De benchmark ejemplo puede ser un indicador clave de rendimiento (KPI) o una métrica específica que se toma como referencia para evaluar el rendimiento actual. Un benchmark de competencia podría ser el tiempo de respuesta a las consultas de clientes. O, para poner un ejemplo de otra área, un benchmark que es esencial en la gestión de calidad es la tasa de defectos en productos manufacturados.
Por su parte, el significado de benchmarking es el de un proceso continuo que involucra la búsqueda, análisis y aplicación de las mejores prácticas y estándares de referencia para mejorar el desempeño de una organización. En otras palabras, a la hora de optar entre benchmark o benchmarking para referirnos a algo, debemos recordar que el benchmarking es la acción de utilizar «benchmarks» como parte de un proceso estratégico para lograr mejoras y eficiencia.
El benchmarking operativo o benchmarking operacional es aquel que se centra en mejorar los procesos internos de una organización comparando sus propias operaciones con las de otras empresas, ya sean competidores o no. El objetivo principal es aumentar la eficiencia y la eficacia de los procesos internos.
De benchmarking resumen puede ser el siguiente: el benchmarking es un proceso comparativo que mide productos, servicios o procesos contra los estándares más competitivos para identificar áreas de mejora.
El benchmarking hotelero es un tipo de benchmarking empresarial mediante el cual un hotel o cadena hotelera compara sus servicios, instalaciones, operaciones y rendimiento financiero con los de otros hoteles considerados referentes en la industria, con el objetivo de identificar áreas de mejora, adoptar las mejores prácticas del sector y mejorar su competitividad en el mercado. Este proceso puede incluir la comparación de indicadores clave como la ocupación, tarifas promedio por habitación, ingresos por habitación disponible (RevPAR), calidad del servicio, estrategias de marketing y satisfacción del cliente, entre otros.
El benchmarking en administración involucra procesos de benchmarking donde se comparan los métodos de gestión, prácticas, procesos y resultados de una organización con los de otras empresas líderes y reconocidas por su excelencia, con el objetivo de identificar oportunidades de mejora, adoptar las mejores prácticas del sector y mejorar el rendimiento organizacional.
La importancia del benchmarking en una empresa radica en su capacidad para identificar las mejores prácticas del sector, impulsar la innovación, mejorar la competitividad y eficiencia de la organización, y facilitar la adopción de estrategias exitosas para optimizar el rendimiento y el crecimiento empresarial.
Los benchmarks son estándares de referencia que se utilizan para medir y comparar el rendimiento de procesos, productos o servicios. De benchmarks ejemplos son:
Benchmarks de rendimiento de software: Se utilizan en el sector tecnológico para evaluar la velocidad, eficiencia y capacidad de diferentes programas o sistemas. Por ejemplo, los benchmarks de CPU miden el rendimiento de los procesadores en tareas específicas como la renderización de gráficos o la ejecución de cálculos complejos.
Benchmarks de sostenibilidad: Estos benchmarks se aplican en el campo de la responsabilidad social y ambiental. Por ejemplo, el índice de sostenibilidad Dow Jones es un benchmark que mide el desempeño de las empresas líderes en términos de sostenibilidad.
Benchmarks educativos: En el sector educativo, se utilizan benchmarks para evaluar el rendimiento académico de estudiantes o instituciones. Un ejemplo es el puntaje promedio en exámenes estandarizados a nivel nacional, que sirve como referencia para medir el éxito de un sistema educativo.
El benchmarketing es una estrategia de marketing que se centra en el análisis y la comparación de las mejores prácticas de marketing utilizadas por otras empresas, generalmente competidores o líderes del mercado, para mejorar y optimizar las propias estrategias de una organización. El objetivo de lo que es el benchmarketing es identificar qué tácticas, campañas, o enfoques están generando los mejores resultados en el mercado y adaptarlos de manera efectiva a la propia empresa.
De este tipo de benchmarking ventajas clave son la identificación de mejores prácticas en el entorno laboral, fomento de una cultura de mejora continua, optimización de recursos y alineación organizacional.
